Perfil del elector peruano
Tras el resultado de las pasadas elecciones presidenciales del año 2006, se puede empezar armar un bosquejo del tipo de perfil que tiene el ciudadano común y corriente en nuestro país. Pareciera pensar que el ciudadano peruano es alguien sin conciencia que aún no sabe bien porque debe de acudir a votar en época electoral y que sus decisiones políticas son resultado de unas pocas horas de consulta con la almohada.
Tal parece que el acto de ir a votar para muchos peruanos es una obligación un deber y no un derecho. Esto se debe a una predisposición negativa que tienen sobre la política y las elecciones, ya que a un buen porcentaje de electores no les importa profundizar conocimientos sobre por quién votar.
Existe una lógica del voto, donde se pueden apreciar diferentes tipos de electores, puesto que muchos intentan plasmar sus aspiraciones y demandas en el candidato que más se acerque a sus sueños.
Es así que el perfil de un común del elector peruano se basa sobre aquel candidato populista, que hable de un Estado fuerte, que no este vinculado a ninguna ideología de manera radical, que estos candidatos tengan como propuestas básicas la integración del país, así como que se den muestras de un respeto por la ley. Es decir esto implica la existencia de un Estado fuerte que de algún modo sea nacionalista pero no llegue a extremos debido a que al elector peruano no le gusta estar vinculado con una ideología especifica.
Por otro lado, el elector no busca mucha información sobre las propuestas de fondo que tienen los candidatos, esto se debe a la apatía que sienten por la política. Estas actitudes se traducen en electores desinformados o mejore dicho en electores informados superficialmente, puesto que muchos prefieren ver el lado morboso de los candidatos, es decir los escándalos que estos puedan generar.
Es así que nuestro país al tener una agenda política muy cargada y cambiante, los electores prefieren abstenerse de entender bien la política y solo seguir la agenda que muchos medios de comunicación imponen.
Observando el lado psicológico de los electores se puede avanzar que estos hoy en día están aparentemente cansados de “Gobiernos blandos”, como podría ser calificada la democracia, puesto que esta última lo único que les ha ofrecido es el poder ir a emitir un voto, y por otro lado esta ha ensanchado más las brechas sociales. En algunos casos a este tipo de electores se les puede definir como electores antisistema, puesto que al no cumplir la democracia con las expectativas que estos tienen prefieren vincularse con gobiernos dictatoriales.
También las motivaciones del elector peruano pueden ser definidas como acciones de un ser inconstante que va a las urnas y vota de manera irracional, ya que sus sentimientos son los que van a manipular su intención de voto.
Por otro lado, sus perspectivas son que el próximo gobernante cumpla con el trabajo propuesto; esto se demuestra con la conocida frase “Más vale un gobernante que robe pero trabaje” o “No importa si roba, igual todos roban”. Asimismo, la gran mayoría de los peruanos no votan por las propuesta de los candidatos, ni por la institucionalidad que estos pueda ofrecer, y esto se debe a qué la política en nuestro país se ha personalizado a tal punto que aún muchos peruanos creen con un Fujimori al mando las cosas podrían estar mejor.
Podemos apreciar que los electores peruanos votan por propuestas inmediatas ya que lo se sienten más satisfechos con medidas de corto plazo debido a que prefieren satisfacer sus necesidades más próximas, quizás porque creen que estas pueden ser más viables.
Una cuestión dentro de los electores peruanos es el cierto grado de racionalidad que estos pueden tener, aunque muchas veces pareciese lo contrario; es decir, los electores (al menos los más pobres, que en nuestro país son una mayoría), votan de manera utilitarista puesto que muchos de ellos prefieren tener un gobierno clientelista o paternalista que les provenga sus necesidades básicas. Estos se traduce en un ”voto por ti, si me das un saco de azúcar”, por ejemplo. Esto se observa con un elector peruano que se inclina más por el candidato que le muestre más ofertas de estabilidad económica.
Al elector peruano le gusta tener cerca a sus candidatos, que estos estén en contacto con el, que visiten su realidad, que puedan ser figuras tan humanos como ellos. Es por ello que prefieren candidatos carismáticos y que no estén solo en ámbitos formales sino que estos puedan mezclar los espacios públicos y privados simultáneamente.
En conclusión se podría afirmar que las características del perfil del elector peruano se ve marcada por fuertes cuotas de populismo y personalismo; es así que estos tienen marcada la idea de votar por candidatos que puedan “compartir” sus mismo ideales, discursos, y que no estén alejados de la vida del elector.
M Galvez.
viernes, 12 de septiembre de 2008
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1 comentario:
el perfil que sugieres es similar al del mexicano... incluso al del latinoamericano promedio ¿no?... hasta me atrevo a decir que del tercermundista en general. Y es que hemos aprendido a seguir órdenes, patrones, a imitar, a recibir sacos de azucar... ¡debemos aprender a ser responsables de nuestra libertad si en verdad queremos otro mundo!
lo desgraciado de esto, es que debemos empezar por nosotros mismos, no es recomenbable movilizar las masas hacia la dictadura del proletariado o establecer comunidades autónomas (o lo que se te ocurra =) si uno mismo no es responsable de su propia libertad.
Revolución es revolucionarse!!!
(ok, ok, ya me calmo =)
salud!!!
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